Sí, sí han leído bien. Un postre a base de setas. Hoy en Hisop, he comido una crema catalana de rossinyols (rebozuelos). Las setas infusionadas en leche, pasadas por un colador chino, que el chef me corrija sí la cosa no va más o menos así, y cubiertas con una capa de azucar quemado como en el postre tradicional y acompañado por un helado de fruta de la pasión, para contrarrestar, con la acidez, el dulzor del postre. Los rossinyols ya son de por sí un poco dulces así que, ¿por qué no convertirlas en un postre?
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Pingback: Oriol Ivern en acción « Homo Gastronomicus - 22 marzo 2010