Hacía días que no entraba en el blog de Santi Santamaria. Hoy lo he hecho a ver qué había de nuevo y me he encontrado con dos artículos un tanto esperpénticos, la verdad. Tienen gracia, en el sentido literal, pues no es menos cierto que Santi Santamaria escribe bien, y los artículos tienen sentido del humor, pero también mucho resentimiento, algo de mala leche, un poco de manía persecutoria y una pizca de incongruencia, pues se queja de que tantos compañeros de profesión hablen mal de él, cuando él fue el primero en hablar mal de muchos de sus compañeros, y aunque sigo pensando que parte de la razón le asiste en lo que exponía en La cocina al desnudo, es obvio, que si no quieres polvo no vayas a la era. Y además existe una cosa que es la defensa propia y si él cree que debe ejercer este derecho, pues que lo haga, y listos. Pero honestamente, creo que se equivoca.
No entiendo qué beneficio va a sacar de entrar en guerra contra toda la profesión , o parte de ella, me da igual. Además mucho me temo que es una guerra en la que no tiene rival porque el oponente no se presenta a la lucha: ya le dijeron lo que le tenían que decir a raíz de la presentación del libro y desde ese momento, calladitos.
Está claro que es su blog y puede escribir lo que quiera. Está claro, que es mayorcito y muy libre de opinar lo que le venga en gana y exponerlo de forma pública donde mejor le parezca, pero él debería saber que como cocinero prestigioso que es, su mejor defensa debería ser sus restaurantes y su cocina, y no el ataque a sus compañeros de gremio.
Y seguramente el problema siga siendo el mismo que entonces: que el libro de reservas está más vacío de lo que él quisiera.
En fin, los que quieran leer los artículos a los que hago referencia, aquí van los enlaces:
jajaj,,,no te queda que aprender,,jajajajaj,,,suerte
Por supuesto que me queda mucho que aprender… y espero que sea siempre sea así