Os juro por Dios que existe. Aunque parezca salido del menú del Cangrejo Crujiente de Bob Esponja. Os prometo que la primera vez que lo leí, yo tampoco me lo podía creer. Pero después de indagar un poco… Por Dios… Existe, es real… Los chicos de McDonalds lo han vuelto a hacer. No, no lo he probado nunca, porque sólo se puede encontrar en los establecimientos McDonalds de Canadá (no sé si en la parte francófona dicen McHomard, la verdad) y de Nueva Inglaterra y sólo cuando se levanta la veda y es temporada de langosta (durante el verano). Los ingredientes son: langosta, lechuga, apio y salsa McLobster (uauuuuu, qué original), una mezcla de mayonesa, salsa tártara y aliño para ensaladas. ¡Y todo por 4,50 dólares! (extremo este no confirmado). Y parece ser que la carne de langosta es de verdad. Ni surimis ni sucedanios por el estilo. Ay, si el chef del Nora’s, el que ha creado la tortilla de langosta y caviar que cuesta 1.000 dólares, se entera seguro que denuncia a la multinacional por competencia desleal. Y tampoco parece que haya despertado las iras de los ecologistas (los veganos, ya son otra historia), ya que es un producto absolutamente sostenible, porqué las langostas de Maine utilizadas son básicamente unos animalitos criados en piscifactorías (y sosas como una mala cosa). Yo pediría a los chicos deMcDonalds que no se detengan aquí, y que sigan innovando. Después de todas las delicatessen que se les han pasado por la cabeza en todos los lugares del mundo para intentar seducir a los paladares locales, tienen que seguir. Yo les propongo algunas sugerencias para el mercado patrio: McSardina (con salsa McSardina, of course), McPaella, McLomoconnqueso, y no puede faltar el McCalamares. Para acabar de certificar la autenticidad del McLobster, aquí os dejo un anuncio de televisión en que se anuncia esta delicia contemporánea.
Es que Mc donalds es lo maximo jajajajaja