Aviso, estoy cabreado. Las cosas tienen un nombre por algo. El lenguaje también puede y debe ser exacto. El otro día fui a comer a un restaurante de esos de menú a 10 euros y en las opciones de segundos platos, el honesto restaurador, con gran alegría de sus gónadas, ofrecía Pulpitos de la Costa. … Sigue leyendo →