En esta vida no hay nada más peligroso que tener ideas. Ni nada más excitante que tratar de hacerlas realidad. Un día se me pasó por la cabeza invitar a tres jóvenes valientes a cenar y no sabía que, desde el primer bocado, estaba firmando mi bendita perdición. Me atraparon sus ganas, su energía y … Sigue leyendo →